Fin


Primera página : El diálogo: un condimento importante

Lunes 01 de Marzo de 2004
El diálogo: un condimento importante

 

Para mí, el diálogo es uno de los aderezos más importantes de la creación literaria.

Puede compararse con la sal: es casi imprescindible en cualquier comida y, siempre que se utilice en la medida justa, no alterará su sabor.

El diálogo debería ser un todo con el texto; seguir la narración de manera fluida, sin que haya un corte entre uno y otro. Tampoco hay que abusarse: el diálogo tiene una función, que es informar al lector. No es cuestión de insertar en el texto una estructura  vacía.

El diálogo nos permite contar algo mediante las voces de los personajes. Hacemos que ellos hablen, razón por la cual es importante tener cuidado de que su lenguaje concuerde con su psicología, su estilo de vida o su profesión, por citar sólo algunos ejemplos.

Además de ser un condimento importante, el diálogo le permite al lector realizar una especie de pausa en su lectura. Le da un descanso visual, que sumado a la alternación de ?sonido? ?las voces de los personajes son diferentes a la del narrador? provoca variedad y rompe la monotonía. De esta manera el lector se relaja, hace una pausa.

 

¿Cómo escribirlo?

Una conversación en presente entre los personajes de nuestra historia va marcada por guiones de diálogo, y no por comillas como lo hacen los franceses y anglosajones. En la escritura de habla hispana las comillas son utilizadas para traer discursos del pasado, como cuando el personaje enuncia un pensamiento propio o cuando cita algo que le han dicho.

Tratemos de ponerle etiquetas a la sal y a la pimienta para que el lector pueda diferenciarlas. Aquí va un ejemplo:

 

Estaba sola en casa. El día anterior lo había echado a mi marido, después de haber descubierto que hacía ya tres años que  me engañaba con su secretaria ?Te felicito?, me dijo Hernán cuando le conté. ?Sabés que podés contar conmigo para lo que necesites?.

Ahora sus palabras venían a mi mente. Ahora lo necesitaba. Me sentía sola.

?¿Hernán? ?pregunté cuando me atendió.

?Sí, Alicia, ¿cómo estás? ?me dijo desde el otro lado del teléfono.

 

En resumen:

El diálogo, condimento importante en la cocina del escritor, es efectivo cuando forma parte de un todo con la narración. Es decir que tiene que ser fluido, sonar natural y utilizar el lenguaje propio del personaje que habla. Además debe dar información. Los personajes nos ayudan a contar algo, no hablan porque sí. Son nuestras marionetas, nosotros decidimos cuándo hablan y cuándo callan.

Gramaticalmente hablando, es importante que el lector pueda diferenciar un diálogo de otro tipo de recursos, por la utilización de guiones o comillas.

Condimentemos a gusto nuestros textos, pero tengamos en cuenta que los comensales son muchos; así que, por más que nos guste la comida muy condimentada, tratemos de buscar un término medio para que el otro también lo disfrute.

 

Paula Hanono - Marzo 2003

 
Publicado por Colaborador Invitado a las 20:00