Durante la última edición de la Feria del Libro ?la 30°? se concretó por primera vez en dicha exposición una Mesa Redonda de Poesía Joven (de poetas jóvenes, bah). La escritora Graciela Aráoz fue quien propuso el encuentro. Karina Macció ?en representación del grupo de poesía Zapatos Rojos?, Julia Magistratti, Emmanuel Taub y Alejo González Prandi integraron la mesa. Todos poetas y jóvenes.
A lo largo de esta nota (que se dividirá en tres entregas) los escucharemos: preparé cinco preguntas en común que ellos tuvieron la generosidad de responder. También compartiremos algunos de los poemas leídos durante el encuentro.
Alejo González Prandi (Buenos Aires, 1974) nos acompañará en esta primera entrega. Es periodista. Integra la dirección de la revista literaria El Vendedor de Tierra. Esta revista (cuyo nombre homenajea al poeta salteño Jacobo Regen) nació en 1995 y salió hasta 1998; próximamente será relanzada en versión on line, en www.elvendedordetierra.com.ar
Alejo fue responsable de la publicación periodística ?Trama de la cultura y la política?. Actualmente edita las plaquetas de poesía El Pueblo Bajo las Nubes, que se distribuyen tanto en Buenos Aires como en otras provincias del país.
Pablo Forcinito: Procurando evitar el consabido ?No sé. ¿Lo sabe alguien??, ¿podrías contestarme qué es la poesía?
Alejo González Prandi: Siempre tuve una fuerte resistencia a definir qué es la poesía. Sólo puedo decir que la vivo en la búsqueda de lo esencial, en el misterio, en lo oculto y en lo que me devela el mundo. Una vez un amigo me dijo que la poesía de un poeta lo había ayudado a querer más la vida. Yo creo que en esa frase hay una gran verdad y es una forma de celebración y agradecimiento a la poesía.
PF: ¿Qué pensás que perdería la poesía si vos dejaras de escribir?
AGP: Debo creer que la pregunta es una broma. Prefiero imaginar lo que yo perdería si algún día dejara de sentir poesía.
P.F: La mayoría de los poetas jóvenes escriben en verso libre. ¿Podrías definir qué es el verso libre con la exactitud con que se puede definir qué es un soneto?
AGP: No, no puedo dar con esa exactitud. Tal vez cada verso marca una respiración, el principio y el fin de todo que hay que atravesar a través de la palabra.
P.F: Borges decía que cuando le daban a elegir entre escribir poesía o prosa, él prefería escribir poesía porque le resultaba más fácil. ¿Es el poeta, en el fondo, una persona resignada a escribir poesía?
AGP: Por lo pronto, escribir poesía no me resulta fácil. Pero de ningún modo me siento resignado a ella. Si lo afirmara, estaría convalidando una condición que no se corresponde con el vínculo que me une hermosamente a la poesía.
P.F: ¿Sospechás que seguirás escribiendo poesía en el futuro? Contame cómo te ves de acá a diez años.
AGP: Me gustaría pensar que sí. Dentro de diez años me veo de muchas formas. Elijo y espero cada una de ellas.
Preguntas y respuestas de la casa
quién dejará la casa
quién irá a visitar mi muerte cuando ya no pueda ir
qué harán de la casa cuando no pueda estar
qué palabras serán dichas como atmósferas
qué se cruzará en el camino como un sol
volveré entonces a la casa para saber quién anda por ahí
volveré a la casa con ánimo de palabras no dichas
volveré temprano a la casa y sabré qué hacen de mi muerte
[cuando no estoy
volveré si es verdad que aman a la casa y a la terraza
que hay en la casa
volveré a saber de la casa siempre que los gatos
por qué no se llevan la casa a otra parte lejos de mí
de los otros que están en mí
por qué no dejan la casa tranquila con sus funciones
de lágrimas, sombras y fantasmas
por qué no hacen de la casa un lugar para los amigos en el corazón
de la casa
por qué no construyen una casa que tenga sólo lugares para amar
por qué no una casa con otra adentro y otra adentro
así hasta el final de todas las casas
volveré para robar de la casa todos los momentos no vividos
volveré a la casa con nuevas máscaras de mujer
volveré a la casa para encontrar las distancias que se van de la casa
sin despedirse
volveré a cavar los gritos, los golpes, las deformaciones
que hacen a la historia de la casa
volveré para encontrar la casa en lo profundo de mí
En una casa del Paraguay me enamoré de una mujer.
Vivimos durante dos semanas
alrededor de una mesa
comiendo la mandioca
entre los gritos de una santa que no hablaba español
y juraba crucificar a su hijo como Jesús
Una tarde dijo que viajaríamos
a conocer el chaco del sueño,
pero sólo nos miramos
sin queja ni dolor
Ella solía llorar mientras planchaba
yo mientras ella dormía
todavía conservo la bolsa de hilo
que tejimos juntos imaginando la infancia
el tapiz de cera y azul
las pinturas de tus amigos muertos
desaparecidos
y embrujados
tus libros de Paul Eluard en la lluvia
durmiendo bajo el sol
la pérdida final de todo
sin fotografías
sin peinados
en tu cabeza de gigante con amigos
sin la noche donde la mesa se extendía en tu pecho
de sombra y niñez
buscando su canto en el mundo
en la boca de los hombres que siempre llegaban de lejos
mujeres fantásticas vestidas de terciopelo
y carteras como naranjas
todavía siento el perfume de huir
con mis manos entre tu pelo
bajo las tardes sentados en la plaza
en una cocina de feria y de furia
en la dulzura de tus ojos
tu campera roja distinguiéndose en la arena
nuestros secretos de vergüenza y de noche
todavía
madre
conservo la ausencia
misteriosa y lejana
de las cosas que se ocultan
En la próxima entrega, Karina Ángela Macció. Quizá hayas oído hablar de ?Zapatos Rojos?. Ella, junto a Romina Freschi, coordinan dichos encuentros de poesía, que se han convertido además en una página web de arte y literatura. Te dejo la dirección (www.zapatosrojos.com.ar) por si querés ir conociendo parte de la obra de esta joven y rubia poeta.