Fin


Primera página : Tim Burton y la fábrica de maravillas (parte 2)

Martes 26 de Septiembre de 2006
Tim Burton y la fábrica de maravillas (parte 2)

Después de un año de la primera, llega la segunda y última parte de la nota sobre el genio dark. ¿Pensaron que me había olvidado? Ustedes ya saben: mejor tarde...

Basta de palabrerío, y que siga la nota.

 

El extraño mundo de Jack (A nightmare before Christmas, 1993)

Si bien Burton figura como productor (la dirección corrió por cuenta del especialista en animación Henry Selik), la película de animación El extraño mundo de Jack lleva todo el cuño del glorioso Tim.

Aunque el estreno data de 1993, la génesis del film se dio mucho antes, mientras TB todavía se desempeñaba como dibujante en los estudios Disney. Pero el asunto se concretó cuando el director ya tenía un nombre gracias al éxito obtenido por Batman y su secuela. Incluso la empresa donde nació Ratón Mickey le permitió realizar El extraño..., de principio a fin, mediante una técnica ya en desuso: la del stop-motion. ¿Que qué es el stop-motion? Ni más ni menos que la animación cuadro a cuadro de alguna cosa. Cuando se proyecta lo filmado, da la sensación de que la cosa se mueve. Es la tecnología que se usó, por ejemplo, para darle vida al King Kong de los años ?30. En las últimas décadas, el stop-motion es sólo la herramienta de unos pocos artesanos que no quieren ceder ante la tiranía de la computadora.

Así que fue Tim, siempre dispuesto a ir contra la corriente, quien devolvió la vieja animación a los primeros planos. ?Lo que me gusta de esta técnica de stop-motion es la sensación de tacto?, dice TB. ?Resulta maravilloso poder tocar físicamente a los personajes concebidos en forma de muñecos, darles movimiento y ver cómo, a través de nuestra intervención, su mundo existe. Es como trabajar con Pinocho o Frankenstein, dando vida a un objeto inanimado?.

 

La historia ?escrita por Caroline Thompson, la misma de El joven manos de tijera?nos muestra a Jack Skellington, la figura principal de Halloweentown. Dispuesto a cambiar de aires, decide suplantar a Santa Claus en su tarea de ir casa por casa repartiendo regalos en Navidad. Pero los gustos de Jack no concuerdan demasiado con la festividad, y termina haciendo regalitos tan infantiles como cabezas cortadas. Tenemos entonces un combo burtoniano clásico: protagonista inadaptado, mundos lúgubres, humor negrísimo... y el agregado de números musicales, nuevamente a cargo de Danny Elfman, quien no sólo ayudó a producir la película, sino que prestó sus cuerdas vocales a Jack en las escenas en las que este canta. El resultado: excelencia pura.

Sin embargo, durante el rodaje, la relación entre Burton y Elfman sufrió un cortocircuito que devino en la separación temporaria del dúo.

El extraño... no rompió todo en taquilla, pero generó un culto más que importante, al punto que las comiquerías no dejan de vender merchandising del film, como muñequitos, remeras y prendedores.

En tanto, Tim se preparaba para volver a los actores de carne y hueso.

 

 

Ed Wood (1994)

En 1979, Estados Unidos fue la sede de los Golden Turkeys Awards, evento en el que se eligieron las peores películas de la historia. El ganador al Peor Director fue indiscutido: Edward D. Wood Jr., mejor conocido como Ed Wood.  Un nombre que sigue sin decir nada para el gran público, pero que los freaks más enfermos identifican al instante como el responsable de ?obras? como Yo cambié mi sexo (Glen or Glenda, 1953), La novia del monstruo (Bride of the monster, 1955), y sobre todo, Vampiros del espacio (Plan 9 of the outher space, 1959).

Fanático de siempre de las películas de ciencia-ficción clase B de antaño, Tim Burton decidió llevar la vida del particular cineasta a la pantalla grande.

Los guionistas Scott Alexander y Larry Karaszewski redactaron el guión basándose en Nightmare on ectasy, biografía de Ed Wood escrita por Rudolph Grey. En el libro, además de profundizar en la ¿carrera? de EW, también se retrataban detalles muy íntimos de su vida privada, como la afición a vestirse de mujer. Efectivamente, otro outsider marca Burton.

Johnny Depp le pone el cuerpo y el alma a Ed Wood, en uno de sus trabajos más extraordinarios. También forman parte del elenco Sarah Jessica Parker (la primera esposa de Ed), Bill Murray (Bunny Breckinridge, un homosexual que actuó en Vampiros...), Patricia Arquette (Kathy, la segunda esposa de Ed, quien hace poco murió de cáncer de esófago), Vincent D?Onofrio (hace una fugaz pero interesante aparición como Orson Welles), y la ignota Lisa Marie (la presentadora de televisión Vampira), novia y actriz fetiche de Burton durante bastante tiempo.

 

 

Un párrafo aparte merece Martin Landau. Interpreta nada menos que a un Bela Lugosi deteriorado por la morfina, y con el que Ed Wood logra entablar una entrañable amistad ?tal vez Burton se inspiró en la relación que él mismo había mantenido con su ídolo Vincent Price antes de su muerte?. La caracterización de Landau es tan, tan impresionante, honestas y conmovedora, que le valió el Oscar al Mejor Actor de Reparto. El maestro de maestros Rick Baker, responsable de maquillarlo como al actor que hizo del primer Drácula cinematográfico, también ganó una estatuilla en su rubro.

Por única vez, la música de una película de Burton estuvo a cargo del gran Howard Shore, hoy célebre por musicalizar la saga de El señor de los anillos de Peter Jackson (aunque también trabaja desde hace tiempo con David Cronenberg).

Inteligentemente filmada en blanco y negro (salvo la ropa de mujer de Ed, que se ve rosa a propósito), Ed Wood no hizo plata, pero es una de las obras cumbres de Tim Burton. Un homenaje a los verdaderos cineastas, dispuestos a las tareas más arriesgadas con tal de concretar su visión.

La siguiente película de Tim hizo creer a muchos que el director había quedado muy enganchado con los simpáticos esperpentos de Ed.

 

 

Marcianos al ataque (Mars attack!, 1996)

Allá por 1962, la empresa de figuritas estadounidense Topps sacó al mercado una colección titulada Mars Attack que contaba cómo nuestro planeta era invadido por nativos del planeta rojo. Vale recordar que, hasta hacía pocos años, se había desatado en furor por las películas de ataques extraterrestres (en realidad, una metáfora de la paranoia anti-comunista).

Pese a la queja de la censura de la época y de un grupo de padres, las sesenta y seis cards ?que venía en gomas de mascar? fueron un éxito internacional. Se reeditaron en 1985, con igual suceso, aunque esta vez entre los coleccionistas.

Los derechos para llevar su versión al cine fueron adquiridos por Burton en 1994, luego de que su amigo, el guionista Jonathan Gems, descubriera la figuritas en un bazar de Hollywood.

El espectacular elenco estaba compuesto por Jack Nicholson en el doble papel del presidente yanqui y de un empresario de Las Vegas; Glen Close como la primera dama; Martín Short haciendo de secretario del presidente; Pierce Brosnan en el rol de científico; Rod Steiger en la piel de un militar ultra guerrillero. Annette Benning compone a una hippie new age; Michael Fox y Sarah Jessica Parker, a una pareja de periodistas rivales... Tampoco hay que olvidar a la otrora diosa blackxplotation Pam Grier, a Natalie Portman, a Lucas Hass (el típico marginal burtoniano), ni tampoco al cantante Tom Jones.

El gran Tim no se guardó nada y nos dio un ejemplo de imaginación, homenajes, sátira, y altas dosis de guarradas. Y con Danny Elfman de nuevo en las filas.

Lástima que en EEUU nadie lo entendió así: las recaudaciones fueron pobres, y las críticas, ni hablar. Resulta una injusticia que Día de la independencia (Indenpedence day, Roland Emmerich, 1996), fuera el boom de aquel verano, mientras que Marte ataca e Invasión (Straship Troopers, Paul Verhoeven,1997), grandes películas ambas, no funcionaron como debían, todo lo cual no es más que otra prueba del pésimo gusto de los yanquis. En cambio, el público europeo sí pudo apreciar estas obras.

 

 

La leyenda del jinete sin cabeza (Sleppy Hollow, 1999)

Tomando de partida el clásico cuento de Washington Irving ?The legend of Sleppy Hollow? ?que todos los estudiantes norteamericanos deben leer en algún momento de su carrera escolar y contó con varias versiones para cine y TV?, Burton se despachó con una obra gótica mil por mil, salpicada de sangre, momentos de absurdo, y un personaje diferente al resto, interpretado por Johnny Depp.

El argumento: en 1799 Ichabod Crane (Depp), un singular detective, es enviado al pueblito de Sleppy Hollow. La misión: averiguar qué hay detrás de horripilantes asesinatos por decapitación. No tarda en encontrarse con el responsable, un jinete sin cabeza. Pero, ¿qué más hay detrás de una figura venida del mismísimo infierno?


Para darle ese toque visual tan ominoso aunque cuidado, Burton se inspiró en las imágenes de las películas de la productora inglesa Hammer ?de hecho, aparece Christopher Lee, quien solía hacer de Drácula en aquellos films?, y en las adaptaciones que supo realizar Roger Corman de los cuentos de Edgar Allan Poe, protagonizadas por Vincent Price. Además, hay un claro homenaje a Domingo negro (La maschera del demonio, Mario Bava, 1959).

La leyenda... sí fue un éxito, cosa que a Burton no le vino nada mal. Ahora volvía a ser un cineasta respetado en la industria, pero, por sobre todo, entre los más fanáticos.

 

 

El planeta de los simios (The planet of the apes, 2001)

La idea de filmar una nueva versión del clásico El planeta de los simios (Planet of the apes, Franklin Shafner, 1968) surgió a mediados de los ?90. Se barajaron directores como Oliver Stone, Chris Columbus, James Cameron, pero ninguno prosperó.

Cuando Tim decidió hacerse cargo del asunto, todos nos sorprendimos. ¿Tim Burton va a filmar una remake? El director se apuró a aclarar que su propósito no era rodar otra vez el viejo film, sino reimaginar toda la mitología. Para eso, se tomó como fuente la novela original de Pierre Boulle.

La historia sigue siendo la de un terrícola (en este caso, Mark Wahlberg) que aterriza en un planeta donde los monos hablan y se comportan de manera civilizada. O no tanto.

Pero la innovación principal pasó por los efectos de maquillaje. Rick Baker hizo que los actores parecieran monos en serio. Es más, la producción contrató a Terry Notari, del popular grupo Cirque Du Soleil, para entrenarlos en el andar simiesco.

La película no fue bien recibida ni por la crítica ni por los fans del director, quienes la consideraron un trabajo muy por encargo. Sin embargo, no es necesario analizar mucho para ver que las preocupaciones de Tim están intactas: personajes incomprendidos, imaginería visual, música de Danny Elfman... Tal vez la imposición del estudio se nota en la presencia de Stella Warren, pero es una mujer espectacular y no molesta. La nueva Planeta de los simios en general es muy divertida, y Tim Roth brilla en su papel de Thade, una versión en chimpancé de Ricardo III.

Y, como si fuera poco, en el rodaje Tim Burton conoció a Helena Bonham Carter, su actual esposa y madre de su primer hijo.

 

 

El gran pez (Big fish, 2003)

2003 marcó el regreso del Tim Burton más personal, más imaginativo, aunque también nos presenta a un Burton más maduro y autorreferencial.

La novela Big fish, a story of mythic proportions, de Daniel Wallace, estuvo por ser llevada al cine por Steven Spielberg primero, y por Robert Zemeckis después. El genio de Tim fue el afortunado de plasmar en el celuloide la historia de Edward Bloom (Albert Finney en el presente, Ewan McGregor en el pasado), un extrovertido vendedor de Alabama, que, con sus originales historias, logró encantar a todos... menos a su hijo Will (Billy Crudup), que piensa que su progenitor no es más que un cuentero mentiroso. Pero, con la proximidad de la muerte de Ed, ambos llegarán a conocerse.

A lo largo del film más emocionante de Burton (emocionante en el sentido de que uno termina llorando), se nos presentan los distintos relatos de Ed: el del gigante Karl; el del circo donde conoce a Sandra (Jessica Lange en el presente, Alison Lohman en la juventud), su amor de toda la vida. El cuento de la bruja y su ojo donde uno puede ver su propia muerte, y el de Spectre, aquel idílico pueblo que no te deja ir. La historia que da nombre al film trata de los esfuerzos que debe hacer Ed para atrapar a un escurridizo Gran Pez.

La imaginería remite a otras pelis de Tim (por eso lo de ?autorreferencial?), como La gran aventura de Pee Wee y El joven manos de tijera, mezclada con no pocos elementos de realismo mágico.

Si bien Albert Finney y Danny Elfman fueron nominados, El gran pez hubiera merecido mayor protagonismo en la entrega de los Oscars de aquel año. ¡Qué se le va a hacer! De todos modos, Tim seguía siendo el más grande.

 

Charlie y la fábrica de chocolates (Charlie and the chocolate factory, 2005)

Roald Dahl fue uno de los más interesantes escritores de literatura infantil. Entre la clase de artilugios y situaciones que hacían a sus relatos atractivos para los niños, se las ingeniaba para meter algún que otro detalle siniestro, o al menos oscuro, además de bastante humor negro.

Muchos de sus trabajos fueron llevados a la pantalla grande. Tal es el caso de La maldición de las brujas (The witches, Nicholas Roeg, 1990) y Matilda (Danny de Vitto, 1996). Considerada su obra cumbre, Charlie y la fábrica de chocolate tampoco escapó al encanto de los productores cinematográficos. La primera versión, Willy Wonka y la fábrica de chocolates (Willy Wonka and the chocolate factory, Mel Stuart, 1971), con Gene Wilder como el personaje del título, se transformó en un clásico de culto, adorado hasta por individuos como Marilyn Manson, que la ?homenajeó? en uno de sus truculentos videoclips.

Fanático del libro, Tim aceptó de inmediato realizar una nueva adaptación. Para eso, volvió a contar con Johnny Depp y un talentoso equipo técnico y artístico que logró plasmar un universo mágico, abundante en golosinas varias.

Según el argumento, el pequeño Charlie (Freddy Higmore) vive con sus padres y sus abuelos en condiciones más que precarias. Pero su vida da un vuelco favorable cuando Willy Wonka (el bueno de Johnny), el excéntrico dueño de la fábrica de chocolate más importante, organiza un concurso en el que los cinco ganadores podrán visitar la fábrica, con el mismísimo Mr. Wonka como guía: Charlie resulta ser uno de ellos, y junto a su abuelo (David Kelly) y al resto de sus odiosos competidores infantiles, conocerá un mundo fantástico, psicodélico, pero también impredecible. Un mundo dispuesto a darle una lección a quienes no se comporten como es debido.

Así como los torrentes de chocolate líquido y la gran cantidad de dulces nunca empalagan a los protagonistas, tampoco el espectador se sacia de este Burton en estado puro.

 

El cadáver de la novia (Corpse bride, 2005)

Después de bastante tiempo, Tim regresó al terreno del stop motion. Y esta vez como director (junto con el especialista Mike Johnson, colaborador en El extraño mundo de Jack).

Inspirada en un añejo relato de origen ruso, El cadáver de la novia nos sumerge en la vida de Víctor (voz de Johnny Depp), muchacho que debe resignarse a las imposiciones de unos padres dignos de la sociedad victoriana en la que viven: un matrimonio arreglado con Victoria (voz de Emily Watson), una chica a la que ni conoce. Al verse, ambos se enganchan de verdad, pero Víctor se mete en un embrollo de tintes sobrenaturales: por accidente, termina vinculado a El cadáver de la novia (voz de Helena Bonham Carter). Estamos ante un triángulo amoroso, ambientado entre el Más Allá y el mundo de los vivos: una historia de amor con el sello de Tim.

Al igual que en El extraño..., Danny Elfman retoma la tarea no sólo de componer e interpretar las canciones, sino de cantar en varios de los cuadros musicales de la película. En este caso, le pone la voz a Bonejangles, un carismático esqueleto.

Por El cadáver..., Tim Burton compitió al Oscar a la Mejor Película Animada. No ganó, pero nos queda el consuelo de que la estatuilla quedó en muy buenas manos: las de Nick Park por La batalla de los vegetales (Wallace & Gromit: the curse of the where rabbit, 2005) .

 

El Superman que no fue

A comienzos de 1997, Tim Burton firmó para hacerse cargo de la tan ansiada nueva película de Superman (Richard Donner, 1978). A la gran mayoría le costaba imaginar al director más oscuro haciéndose cargo de un personaje tan light e identificado con cierta política imperialista. Pero el director parecía muy metido en el proyecto: para el Hombre de Acero eligió a Nicholas Cage (una designación que nunca nadie va a entender), en tanto que Jack Nicholson haría de Lex Lutor, y Linda Fiorentino, de Louis Lane. El guión original fue escrito por el cineasta y fanático de los comics Kevin Smith. Debido al gigantesco fracaso de Batman y Robin (Joel Schumacher, 1997), la Warner, dueña de los superhéroes de la editorial DC, optó por abortar el asunto, que ya venía mal parido: Burton desechó el guión de Smith, empezando una interminable rivalidad entre ambos.

Ya sabemos que Superman regresa (Superman returns) vio la luz este año, de la mano del talentoso Bryan Singer.

Pero, además de dirigir...

... Tim Burton supo darnos otros proyectos artísticos.

Hizo una aparición en la película Solteros (Singles, Cameron Crowe, 1992), produjo films como Jim y el durazno gigante (Jim and the giant peach, Henry Selik, 1996), basada en otro libro de Roald Dahl, y publicó en 1997 el libro de poemas ilustrados La solitaria muerte del chico Ostra (The melancholy death of oyster boy & others storys), donde da rienda suelta a su imaginería darkie. En una entrevista para Les Inrrockuptibles dijo: ?Cuando estás metido como yo en medio del torbellino hollywoodense, no podés concentrarte, estás disperso. Cada vez tengo menos tiempo para dedicarme a mi fuero íntimo. Por eso hice este libro: para cerrar la puerta, aislarme y sumergirme en mí. Cada personaje de mi libro es un símbolo inconsciente. Dibujarlos fue para mí una experiencia catártica, la más importante de mi vida?.

Aparte de las nuevas aventuras de Superman, hubo otros proyectos que, o no pudo concretar, o pospuso para más adelante. Entre ellos, una nueva versión del cuento de Poe ?La caída de la casa Usher?, y una remake ?o reinvención? del clásico del expresionismo alemán El gabinete del Doctor Caligari (Das kabinett des Dr. Caligari, Robert Wiene, 1919), que iba a incluir a sus actores favoritos, desde Danny De Vito y Winnona Ryder a Johnny Depp y Jack Nicholson.

 

 

Lo que vendrá

Parecía que el próximo film de Tim Burton sería Believe it or not, un biopic sobre el explorador Robert Ripley, responsable del libro Créase o no, y protagonizado por Jim Carrey. Sin embargo, problemas de presupuesto pospusieron el inicio de rodaje. Entonces Tim aprovechó para dar inicio a un proyecto que le interesaba desde hacía rato: una versión cinematográfica del musical de Broadway Sweeney Todd. Escrito por Stephen Sondheim, narra las peripecias de un barbero que termina convirtiéndose en un asesino. Por cierto, dicho personaje será interpretado por Johnny Depp. Estreno: fines de 2007. Calma, que no falta tanto para seguir disfrutando de uno de los directores más talentosos, imaginativos y oscuros de nuestro tiempo.

¡No te mueras nunca, Tim!

 
Publicado por Matías Orta a las 07:00