Fin


Primera página : La última de Auster

Miércoles 13 de Diciembre de 2006
La última de Auster

Todo autor tiene ?sus temas?, sus leit motivs, sus preguntas a la hora de narrar. Paul Auster, en este sentido, sigue un camino desde sus primeras novelas; camino que comienza en el eje mismo de su existencia y gira en espiral ascendente volviendo a los mismos temas en instancias diversas. Brooklyn Follies, su última novela, llega desde el centro a la periferia de las relaciones humanas (en este caso familiares) y de algún modo es como la resurrección del Fénix: el hacer ?como narraría Ovidio- de su lecho de muerte, su cuna.

 

Auster cuenta aquí la historia de Nathan, un ex corredor de seguros, de Tom, un ex intelectual brillante, y de Harry, un ex estafador-presidiario. Nathan es el protagonista, que relata los acontecimientos que fueron sucediéndose a lo largo del último año de su vida. Después de su divorcio y de sobrevivir a un cáncer de pulmón, huraño y sin esperanzas, en su edad madura busca un ?sitio tranquilo para morir?. Intenta alejarse de todo, aunque alejándose, vuelve al fin a donde había nacido y crecido: a Brooklyn. Allí se encuentra por casualidad con su sobrino Tom, que abandonó sus estudios de letras y dejó una tesis de doctorado para, luego de conducir temporalmente un taxi, terminar en un librería trabajando con el ex estafador ?y por qué no ?encantador?? Harry. Muchos cambios hubo en el transcurso de la vida de estas personas; y aunque sea cierto que uno pueda hacer las paces con su pasado, ?la ?x? de ex es la cruz que nos marca ?en palabras de Auster?. Ahora y siempre, la cruz marca el lugar?.

Mientras Nathan de forma inesperada recupera el vínculo perdido con su sobrino, y estrecha una verdadera amistad con Harry, sucede la historia. A medida que las páginas pasan, cada uno de ellos va mostrando su costado oscuro y su parte brillante, su metamorfosis hacia lo que me arriesgaría a llamar heroico. Entrada la trama, se suma a este trío de supuestos perdedores una niña, Lucy, sobrina de Tom y sobrina nieta de Nathan. Y es debido a la búsqueda del bienestar ?y de la madre? de esta niña que terminan, sin planearlo, haciendo las paces con sus propios obstáculos y negaciones. Concluyen en el ilusorio ?Hotel Esperanza?, donde los niños huérfanos del mundo ?como ellos? se asilan con el anhelo de una vida mejor, para recuperar y rectificar el amor perdido, la familia dispersa, los valores gastados.

No recuerdo otra novela de PA que transmita tanta esperanza. . Mientras Estados Unidos parece caer ante la inminente llegada de Bush al gobierno, Nathan encuentra en Brooklyn el refugio ante el derrumbe: un lugar distinto y ecléctico en culturas, en idiomas, en historias.

Mientras leía el libro, algo de todo esto me hacía acordar a aquella inolvidable película que protagonizó Al Pacino: Scent of Woman. Aunque aquí no haya ciegos ni suicidas, lleva, sin embargo, esa misma impresión al hacer de lo que sería un triste final, un bello y prometedor comienzo.

Les dejo un detalle austeriano: desde que Nathan llega a su nuevo hogar, planea escribir lo que llamará ?El libro del desvarío humano? (no podía faltar en Auster tampoco esta vez el ?protagonista-escritor?) y mientras clasifica recuerdos para su libro, termina escribiendo para nosotros, lectores, esta maravilla que es Brooklyn Follies.

 

Otras colaboraciones sobre la obra de Auster, que publiqué en FIN:

Paul Auster - Vida y Obra (literalmente) y

Sobre "La Noche del Oráculo" (y las mil y una historias de Paul Auster)

 
Publicado por Luciana Armanini a las 07:14