Ruiz iba sentado en el asiento derecho de adelante. Cuando
bajó, Barcelona le dio el casco de Junior. Que lo llevaran lo antes posible para
Rosario. Que fueran para el autódromo. Que esperasen allá. Que era ahí a donde
iba a llegar el helicóptero. No mencionaron que lo habían visto pasar antes.
Un diálogo rápido: tal vez tres, cinco minutos. Serían las once
y cuarto, once y media tal vez.
De ahí en más siguió manejando Ruiz.
Una hora, tal vez quince minutos más, tardaron en llegar a
Rosario.
Estaba bastante ligera la ruta.
Un poco les extrañó que no estuviera a la vista el helicóptero
en el autódromo. Así que le preguntaron a una chica si había bajado alguno.
Bueno, no. Se quedaron en la entrada. Fue el intendente del autódromo en una
motito, según dijeron los policías en el juzgado, quien les informó entonces que
el hijo del Presidente habría sufrido un accidente. Recién en ese momento,
dijeron, intentaron comunicarse con Barcelona por la radio del auto.
No lo consiguieron.
Buscaron sintonizar algún noticiero. La gente ya comentaba
asombrada la tragedia.
-Llevaron a Junior al hospital San Felipe -se enteraron por
boca del intendente del autódromo. Así que salieron otra vez a la ruta en el
Spirit blanco, rumbo a San Nicolás. En la entrada a la población se encontraron
con la Pathfinder: no, no con la Pathfinder. con el Renault Clío en el que iban
el mecánico Guillermo Aci y Lucho Pineda, quienes les hicieron señas a los
policías para que los siguieran.
Serían ya las dos de la tarde.
Ruiz y Rodríguez bajaron en el hospital para ver qué había
pasado. Barcelona estaba sentado en una sala. Se quedaron con él.
Y entonces, entonces pasaron delante de ellos Zulema Yoma,
Zulemita, Amira Yoma y Carlos Saúl Menem.