-¿Sí? Oficina de Sa... Ah, sí... Ya le doy -pasa el teléfono-
Para vos... Un tal Gustavo Reyes...
Sa hace un gesto extraño.
-Bueno, dame el teléfono... -tapa el tubo- Este es un chanta...
-Y luego, habla-: Hola, ¿sí?... Mierda, no diga... Desastre... Es una lástima...
¿Cómo fue?... Sí... sí... Bueno, nos encontramos entonces... Una entrevista,
sí... ¿Cuándo puede ser y a qué hora?... Bueno, bueno... Anoto -extrae una
libreta del escritorio, escribe- Bien, bien... A esa hora... Nos vemos... Sí,
sí... Chau...
Cuelga el teléfono...
-Mierda -murmura.
Su secretaria quiere saber.
-¿Qué pasó?
-Murió Roberto Salcedo...
-Uh, no...
-Sí...
-Ahora todo va a ser un poco más triste... -define con
precisión Myrna.
-Y sí, desastre...
Se quedan un rato en silencio...
Y como parecen tener apetito se alimentan de la comida que
acaban de comprar...