https://www.elaleph.com Vista previa del libro "La niña que pisoteó el pan" de Hans Christian Andersen (página 5) | elaleph.com | ebooks | ePub y PDF
elaleph.com
Contacto    Domingo 27 de abril de 2025
  Home   Biblioteca   Editorial      
¡Suscríbase gratis!
Página de elaleph.com en Facebook  Cuenta de elaleph.com en Twitter  
Secciones
Taller literario
Club de Lectores
Facsímiles
Fin
Editorial
Publicar un libro
Publicar un PDF
Servicios editoriales
Comunidad
Foros
Club de lectura
Encuentros
Afiliados
¿Cómo funciona?
Institucional
Nuestro nombre
Nuestra historia
Consejo asesor
Preguntas comunes
Publicidad
Contáctenos
Sitios Amigos
Caleidoscopio
Cine
Cronoscopio
 
Páginas 1  2  3  4  (5)  6  7  8  9  10 
 

Y volvió los ojos, sólo los ojos, para mirar a la gente, pues tenía el cuello demasiado rígido para volver la cabeza.

Pero, ¡oh, qué sucia se había puesto en la destilería de la Mujer del Pantano! Tenía todo el vestido manchado de fango, y en los cabellos se le había enredado una serpiente que le colgaba, oscilando, a la espalda. Por cada pliegue de su vestido asomaba un sapo croando. Aquello era de lo más repugnante, pero el consuelo de la niña era pensar que también los demás tenían horrible aspecto.

Y lo peor de todo era el hambre terrible que experimentaba, sin poder siquiera agacharse para arrancar un pedazo de pan en que estaba de pie. No, tenía la espalda envarada; los brazos y las manos tan duros que parecía como si todo su cuerpo se hubiera convertido en una columna de mármol. Podía mover los ojos, pero sólo lo suficiente para mirar hacia atrás, y por cierto que el espectáculo era espantoso.

¡Y entonces llegaron las moscas! Se le posaron en los ojos, de los cuales no logró apartarlas ni con su incesante parpadeo. Y comprendió que las moscas no se apartaban porque ella misma les había arrancado las alas y convertido en insectos incapaces de volar, y sí solamente de arrastrarse. Era aquel un segundo tormento que se añadía a su punzante hambre.

"Si esto dura mucho más, no podré soportarlo" -se dijo, pero el castigo no cesaba, y nada podía hacer Inger por librarse.

Entonces le cayó sobre la frente una lágrima cálida, que se deslizó por su rostro y luego por el cuerpo, hasta los pies, empotrados como estaban en la hogaza. Luego cayó otra, y otra más, hasta que aquel llanto se convirtió en algo semejante a una lluvia.

 
Páginas 1  2  3  4  (5)  6  7  8  9  10 
 
 
Consiga La niña que pisoteó el pan de Hans Christian Andersen en esta página.

 
 
 
 
Está viendo un extracto de la siguiente obra:
 
La niña que pisoteó el pan de Hans Christian Andersen   La niña que pisoteó el pan
de Hans Christian Andersen

ediciones elaleph.com

Si quiere conseguirla, puede hacerlo en esta página.
 
 
 

 



 
(c) Copyright 1999-2025 - elaleph.com - Contenidos propiedad de elaleph.com