Aunque en Asia Central son varios países los que sufren este flagelo, este
análisis se centra con especial atención en aquellos movimientos islamistas que
tienen presencia en Uzbekistán, Kirguizistán y Tayikistán. Movimientos que en su
mayoría propugnan por el establecimiento de un Estado Islámico -por medio de las
armas si es necesario- y, que éste se rija por la shari'a o ley islámica,
ya sea en uno de éstos o a nivel supranacional, un Califato.
Los movimientos de estudio son: El Hizb ut-Tahrir al-Islami (HUT) -Partido de
la liberación Islámica-, el Movimiento Islámico de Uzbekistán (IMU), y la
Oposición Tayika Unida (OTU).
Aunque ideológicamente estos grupos se identifican en sus principios con el
Islam, provienen en sus orígenes de la misma región y comparten muchas otras
particularidades, aunque en sus planteamientos ideológicos, metodologías y
formas de actuar, revelan una amplia heterogeneidad que va desde la lucha
no-violenta hasta la yihad armada.
No obstante, y pese a la profunda diferencia existente en los métodos que
estos grupos desarrollan para lograr sus objetivos, son catalogados por lo
general -sin distinción alguna- como grupos terroristas islamistas por disímiles
países e instituciones internacionales. Este tipo de calificaciones no permite
ver adecuadamente y con el rigor que exige el actual momento, las profundas
gamas y contrastes que abundan entre ellos. Esta tipificación reduccionista
tampoco revela la realidad objetiva de cada una de las organizaciones; porque
este tipo de señalamientos, hoy en boga, obedece generalmente a categorizaciones
preestablecidas por el discurso del poder dominante.
Para adentrarse en el tema y poder explicar el por qué a estos movimientos no
se les puede catalogar en conjunto de grupos terroristas islamistas, ni tampoco
fusionar conceptualmente en un mismo y velado concepto, se ha recurrido a la
comparación política.
Por esta razón, en primer lugar, se toma como base de análisis la Teoría
del Complejo Regional de Seguridad de Barry Buzan y Ole Wæve; la cual aporta
un entramado de conceptos que permiten diseñar un modelo de análisis, de
ubicación y contextualización de Asia Central; como también, de los distintos
complejos de seguridad que hacen presencia en esta región. Teniendo y haciendo
referencia a los desarrollos en el mini-complejo regional de seguridad
que conforman: Uzbekistán, Kirguizistán y Tayikistán.
En segundo lugar, se recurre a distintas definiciones sobre terrorismo,
partiendo de la convicción de que no existe acuerdo sobre el tema, por la carga
y connotación política e ideológica que ésta encierra. Pues todas ellas
responden a intereses muy particulares de quienes las sugieren. Pese a ello, se
asumen aquellos elementos conceptuales que permiten delimitar una definición
operativa que se acerque a la realidad de cómo se gestiona la política
antiterrorista por parte de los grandes poderes y, en particular, en estos tres
países.