INTRODUCCIÓN
Como resultado de la desintegración de la Unión Soviética en 1991, en Asia
Central surgieron nuevos Estados independientes. Al tiempo que esto acontecía en
la región, se generó una acelerada eclosión de movimientos y grupos islamistas
radicales, extremitas y violentos que han puesto en grave riesgo la incipiente y
frágil estabilidad política, así como, la seguridad de estos nuevos
Estados.
Estos movimientos y grupos islamistas acogerán el Islam como la fuente
ideológica de sus principios, y en su mayoría, abogarán por el establecimiento
de un Estado islámico sometido a la shari'a o ley islámica, regido por un
Califa. Para alcanzar tal fin, estas expresiones radicales plantearan diferentes
formas y vías, que van desde el empleo de métodos no-violentos, hasta aquellos
que optan por la yihad armada o vía militar.
La rápida proliferación de estos agentes no-estatales en Asia Central
es tal, que en la actualidad existen en esta zona alrededor de una decena de
grupos y movimientos islamistas radicales, violentos y terroristas. Esta
situación ha suscitado zozobra, inseguridad e inestabilidad política en todos
los países de la región: Kazajstán, Uzbekistán, Kirguizistán, Tayikistán y
Turkmenistán, llegando incluso a afectar la Región Autónoma Uyghur de Xinjiang,
en China.
Este análisis sobre Movimientos Islamistas Radicales y Violentos en
Asia Central parte de la premisa de que las diferentes definiciones de
terrorismo vienen motivadas por concepciones e interpretaciones que cuentan con
una fuerte carga política e ideológica por quienes las proponen; aunque algunas
de ellas traten de guardar un cierto grado de 'neutralidad'.
La definición de terrorismo que hoy se impone, es aquella que responde al
discurso político dominante, y naturalmente, ésta corresponde con los intereses
políticos, económicos y militares de los grandes centros de poder; porque es
allí, donde realmente se define qué se entiende por terrorismo, quiénes son los
terroristas, y cómo y dónde actuar contra esta amenaza.