- Sí,... y justo salí porque debe estar por llegar.
- Entonces acerté,... estabas por salir.
- Creí que me preguntabas si lo hacía en ese momento, recién será
cuando venga él.
- ¿Cómo es la cosa?... ¿Es un paseo de vecinos, de amigos o de
novios?
- Por ahora es de amigobios, digamos,... no sé que pasará más
adelante.
- Que raro... ¿Por qué no aprovechó el día del festejo para
presentarte como novia oficial?
- Por la simple razón de que hace poco que estamos saliendo y es
muy pronto para que suceda eso.
- Disculpame Hersilia, pero tengo que decírtelo... No hacen una
buena pareja... Vos sos normal y con una hermosa silueta, en cambio Robinson,
sigue demasiado obeso y no cuaja a tu lado -la elogió pese a que la joven
también tenía algo de sobrepeso..
- Yo no lo veo tan así... No soy de las que se fija mucho en las
apariencias exteriores, me interesa mucho más el interior de las personas y
Robinson es un muchacho muy educado, gentil y simpático.
- Bueno,... esas cualidades las puede tener cualquier otro y a la
vez, ser estéticamente más adecuado a tu escultural belleza... Me gustaría que
me dieras la oportunidad de dar un paseo conmigo, así profundizamos las
opiniones sobre este tema... ¿Podría ser mañana?
- No, Tobías,... no me parece que sea correcto que acepte tu
invitación, mientras esté saliendo con Robinson... No me gusta dar que hablar a
los vecinos.
- Bueno, esperaré a que definas tu situación con él... ¡Uh, allá
viene!... Mejor me voy para que no piense que quiero sacarle la novia... Gracias
por la charla y deseo poder continuarla otro día... Hasta pronto.
Y tal lo dicho, cuando Robinson llegó, él y la joven se fueron a
caminar por las calles del barrio.
Dos días después, Tobías logró cruzarse con Robinson, en un lugar
apartado de la zona en que vivían, sabiendo que más o menos volvía por ese
camino y regresaron conversando.
- ¿Qué decís, Robinson,... como andás?
- Bien... ¿Y vos que estás haciendo por estos lados?
- Vengo de la Facultad, como es habitual... ¿Y vos?... Es raro
verte por
aquí.